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introduccion

miércoles, 24 de septiembre de 2008

El agua es uno de los elementos más abundantes en el planeta, es un compuesto formado por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Es fundamental para todas las formas de vida conocida. Los humanos consumen agua potable. Los recursos naturales se han vuelto escasos con la creciente población mundial y su disposición en varias regiones habitadas es la preocupación de muchas organizaciones gubernamentales.

El 97 por ciento es agua salada, la cual se encuentra principalmente en los océanos y mares; sólo el 3 por ciento de su volumen es dulce. De esta última, un 1 por ciento está en estado líquido, componiendo los ríos y lagos. El 2 por ciento restante se encuentra en casquetes o banquisa en las latitudes próximas a los polos. Fuera de las regiones polares el agua dulce se encuentra principalmente en humedales y, subterráneamente, en acuíferos. Hacia 1970 se consideraba ya que la mitad del agua dulce del planeta Tierra estaba contaminada.

El agua representa entre el 50 y el 90 por ciento de la masa de los seres vivos (aproximadamente el 75 por ciento del cuerpo humano es agua; en el caso de las algas, el porcentaje ronda el 90 por ciento).

contaminacion

El estado natural del agua puede ser afectado por procesos naturales; por ejemplo: los suelos, las rocas, algunos insectos y excrementos de animales. Otra forma como se puede cambiar su estado natural es artificialmente, fundamentalmente, por causas humanas; por ejemplo: con sustancias que cambien el pH y la salinidad del agua, producidas por actividades mineras.
La contaminación del agua ocurre en poblaciones que no tienen desagües, sistemas de disposición de excretas o deficientes procesos de recogida y almacenaje de desechos; y arrojar basuras y aguas fecales (o servidas) a los ríos.

Otra causa es el exceso de nutrientes: fertilizantes vertidos en agua, especialmente los compuestos por fósforo y sus derivados, hacen que originen algas en exceso, impidiendo la entrada de luz solar al lago o laguna, y la muerte de los peces. Sustancias tóxicas, como los metales pesados (plomo y cadmio), generan bioacumulación. Los residuos urbanos (aguas negras o aguas servidas), que contienen excrementos, también generan contaminación.

En Córdoba el análisis sobre el deterioro de los recursos hídricos en la provincia resulta una constante. Un estudio realizado en el 2003 por especialistas de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en colaboración con la Universidad Nacional de Río Cuarto, examinó la calidad del agua en los diques La Quebrada, La Viña, Embalse de Río Tercero y Piedras Moras. Posteriormente, el director del estudio, Carlos Prósperi, del Laboratorio de Hidrobiología de esa unidad académica, correlacionó los datos con los obtenidos en diversas investigaciones sobre el lago San Roque.

El trabajo concluyó que los índices de contaminación orgánica en los primeros reservorios se encuentran en un nivel medio, dentro de límites admisibles, pero advierte su deterioro progresivo y la necesidad de implementar “urgentes medidas de saneamiento”. Al mismo tiempo, los valores del dique San Roque son tan elevados que ponen en riesgo, incluso, su explotación como atractivo turístico.